sábado, 22 de diciembre de 2007

Pásame con Marcelo



Después de seis meses de olvido, la novia más hermosa del mundo (mi mujer) volvió a llamar a casa, con esa misma sorpresa con la que se fue. Yo escuché su voz (un poco ronca) y me quedé atónito. Pensé que se acercaba la reconciliación, pero ella no quería hablar conmigo. (Cómo duele cuando la mujer que amas no quiere hablar con uno).

—Pásame con Marcelo —dijo y saltó al silencio. Entonces supe que seguía enojada. Yo nunca entendí por qué estaba así. Quizá llegó a creer lo que la gente anda diciendo de mí, que soy raro, sin darse cuenta que los raros podrían ser ellos.

—Pásame con Marcelo —volvió a decir desde el silencio. Entonces le pasé el teléfono a mi hijo.

Yo la sigo amando como en los primeros días. No entiendo por qué se fue sin aviso. Supongo que ella se enamoró de otro, se hartó de mi rutina, se cansó de mis gustos, quiso nuevas cosas. Pero no tuvo el coraje de confesarlo. (Hay que tener valor para decir a quien queremos). Si ella me hubiese dicho que se había enamorado de otro, no la hubiese culpado. El culpable, en todo caso, hubiese sido yo. No la culpo de nada, es más, la aceptaría si volviese embarazada. Marcelo ya necesita una hermanita.

—Papá, mamá quiere hablar contigo —dijo Marcelo entregándome el teléfono. Me emocioné, tenía el corazón hinchado, y no podía creerlo. Cogí el teléfono, y escuché que al otro lado, ella cortó el teléfono suavemente.

—Papá, qué dice mamá.

—Que volverá pronto.

Escritor invitado, Paco Moreno Tineo.

6 comentarios:

Martín Vargas dijo...

Con razón..ya sé quién te ha infectado, mi pequeño traidor. Paco MOreno?? jajaja, ¿escritor? jajaja. yo lo conocía como vendedor de chancaca en la universitaria y venezuela.

Marcelo Puelles Cárdenas dijo...
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Anónimo dijo...

No sé por qué se burla de mí este ‘martinvargas’. Veo que carece de modales en todos los sentidos, su prosa también es grosera. No lo conozco. Es que en San Marcos yo era un tipo distraído y tímido, y, el tiempo, no me daba para la zoología. Mal comprador, nunca vendí nada en la Universidad, salvo mi castidad. Una alegre tarde de febrero, a bajo precio, ofrecí mi cuerpo tímido a una señorita mustia (¿Habrá sido familiar de este ‘martinvargas’)
Paco Moreno Tineo

Martín Vargas dijo...

Moreno Tineo? Por favor, un par de kilos de chancaca para llevar!!!
Que viva el cheque nacionalista y sin rubores!!!
Siga con su prosa infectada y recurrente, con ese periodismo de quinta y cómplice de los bárbaros y trogloditas. Y si me ocupe de usted (pequeño fronterizo) fue porque no resistí la tentación de acercarme al pueblo y su diatriba de alcantarilla. Sante!!!
Muerte a Levano y sus hienas reporteriles.

Punto final. No más contacto con el periodismo de lentejuelas.

Anónimo dijo...

Pobre ‘martinvargas’. Tal parece que es un bruto que no puede con su genio. Hace méritos para ser reconocido como hijo de Aldo M.
Hay que cuidarse de este tipo, que ya piensa en matar personas. Ha empezado asesinando la sintaxis.
Sin embargo, espero que mejoren las cosas y este ‘martinvargas’ pueda hacer cosas productivas. Le sugiero aprobar sus cursos, buscar amigos, ver películas, leer (aunque sea a Bryce).
……
Fin. No tengo más que decir. Además, las chancacas no se venden solas, mi querido cara de chancaca.

Martín Vargas dijo...
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